En general, a los viajeros solo se les permite transportar 3.4 onzas (100 ml) o menos de líquido en su equipaje de mano. Sin embargo, esta restricción no se aplica a la leche o alimentos para recién nacidos y niños pequeños.
Los alimentos para bebés están permitidos en cantidades razonables en el equipaje de mano. Deberás someter estos productos a una inspección por separado del resto de tu equipaje, así que sácalos de tu equipaje de mano.
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La fórmula, la leche materna y el jugo/zumo en cantidades superiores a 3.4 onzas (100 mililitros) están permitidos en el equipaje de mano; tampoco hace falta colocarlo en una bolsita transparente de un cuarto de galón. La fórmula y la leche materna se consideran líquidos de necesidad médica. No es necesario que viajes con tu hijo para llevar leche materna.
En el equipaje de mano también se pueden llevar bolsas de hielo, bolsas congeladas, paquetes de gel congelado y otros accesorios necesarios para mantener frescos la fórmula y la leche materna. Además, se permite llevar alimentos para bebés enlatados, en frascos y procesados en el equipaje de mano, así como mordedores rellenos de gel o líquido.
Si llevas fórmula, leche materna o jugo/zumo para tu niño en recipientes más grande que 3.4 onzas / 100 ml, informa al oficial de la TSA antes de que comience el procedimiento de inspección. Para que estos productos sean inspeccionados por separado del resto de tu equipaje, sácalos de tu maleta de mano. Es posible que los líquidos deban ser probados por agentes de la TSA en busca de explosivos o contrabando oculto. Los oficiales pueden pedirte que abras el recipiente, transfieras una pequeña cantidad del líquido a un recipiente vacío o, si es posible, deseches una pequeña cantidad. La detección de rastros de explosivos, los rayos X y la inspección de los recipientes de líquidos son algunos de los métodos que se pueden utilizar para examinar estas sustancias.
Puedes solicitar al oficial de la TSA que no abra ni someta a rayos X el jugo, la fórmula o la leche materna, pero es posible que debas someterte a procesos de inspección adicionales, que pueden incluir una inspección adicional de otros elementos de tu equipaje de mano.
Incluso si tu vuelo es corto, te recomendamos llevar el doble de leche de lo que crees que tu bebé necesitará, solo para estar preparado en caso de retrasos, derrames, filas o equipaje extraviado.
Los oficiales encargados de la inspección de seguridad tienen la última palabra sobre lo que se considera una "cantidad razonable", pero probablemente no se sorprenderán si tu bolso de mano está lleno de comida para bebés.
La mayoría de los asistentes de vuelo no tendrán problemas en calentar la leche o las comidas de tu bebé una vez a bordo. Sin embargo, hemos encontrado que cuando te lo devuelven, a menudo está demasiado caliente, así que intenta dejar tiempo adicional para enfriarlo a una temperatura cómoda. Ten en cuenta que algunas aerolíneas prohíben que la tripulación caliente la leche o comida de bebés que lleva un pasajero.
Las reglas pueden ser diferentes de un país a otro, por lo que es importante averiguar lo que está permitido en tu destino de viaje específico. Los sitios web de los aeropuertos suelen ser un buen lugar para encontrar toda la información que necesitas sobre lo que puedes y no puedes llevar para tu bebé.
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